Muy poca gente en el mundo es inmune a las fluctuaciones de distinto signo de la sociedad a la que pertenece y de la que e s parte de igual importancia como todos los miembros que la componen.
Su influencia es innegable, la del individuo en el grupo, así como en sentido contrario; semeja esta relación una reacción estequiométrica tal que:
A + B = a + b
De modo que el conjunto depende de los individuos y éstos del conjunto. Si la concentración de A + B, esto es, la influencia de la sociedad en el individuo es mayor que la del individuo en la sociedad, la reacción no se desplaza hacia la derecha para mantener el equilibrio, sino que el equilibrio está en un desequilibrio más o menos importante de cada uno de los componentes de la sociedad: conjunto e individuo.
Supongamos un punto de apoyo y una barra en cuyos extremos recae el peso de la influencia de los dos componentes de la sociedad. Para que la barra esté en equilibrio, habría que situar el punto de apoyo allá donde el peso total esté equilibrado, dándose tres casos posibles:
1. que el punto de apoyo se sitúe en el centro, con lo que la influencia de ambos sería equivalente.
2. que el punto de apoyo se sitúe más cerca del extremo del conjunto, cuya influencia es mayor y por lo tanto menor la del individuo.
3. que el punto de apoyo se sitúe más cerca del extremo del individuo cuya influencia sería mayor que la del conjunto.
En los tres casos existe una sociedad equilibrada, pero en 2 y 3 la sociedad está descompensada, mientras que en 1 tenemos una sociedad equilibrada y además compensada.
